Decimos milagro porque los problemas en sus motores, los últimos disponibles según el reglamento, habían sido la constante de las jornadas de entrenamientos y clasificación. Pero el Ferrari esta vez demostró estar a la altura de los Red Bull y notoriamente superiores en rendimiento a los McLaren, esta carrera más lejos de sus adversarios por el Campeonato. La lucha detrás de Alonso y Vettel era encarnizada por el quinto puesto, entre Hamilton y Webber que había largado 5º. Finalmente hubo un tramo de dura lucha para subirse al podio y en esa batalla desigual de las dos máquinas, el toque entre ellos perjudicó a Lewis Hamilton y dejó en un tercer puesto maravilloso para sus intereses al otro Red Bull, el del líder cada vez con más ventajas en la clasificación anual.
Cuando quedan cuatro grandes premios, Webber tomó una ligera ventaja, Alonso arrimó mucho y está segundo, se retrasó Hamilton y se prendió nuevamente Vettel.
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