El octavo puesto de Sergio Pérez ayer en Melbourne confirma la progresión de este excelente piloto mexicano en su segunda temporada corriendo la F1. Su equipo de Sauber ha dado un paso adelante, luego de tener destellos en la pasada temporada, pero es Sergio quien ha conseguido una actuación memorable en la primera del año al terminar en octava posición; recordemos que partía decimoséptimo en parrilla, pero último por haber cambiado la caja de cambios, y repitiendo su famosa estrategia de una sola parada logró venirse muy para adelante. Incluso el resultado pudo ser dos posiciones más pero en la última vuelta, y a raíz del accidente de Pastor Maldonado, Pérez terminó por detrás de Kobayashi y Raikkonen cuando todo parecía demostrar que los podía superar.
Con una conducción fina, ahorrando combustible y neumáticos, Sergio Pérez metió el primer y único cambio de gomas en la vuelta 24, cuando cambió de medias a blandas y consiguió llevar su monoplaza hasta la meta sin demasiados problemas, salvo el morro tocado después de golpear levemente el Sauber de su compañero de equipo y el toque final con Nico Rosberg. El piloto alemán adelantaba a Pérez en la última vuelta forzando un toque que echó por la borda su posición final.
El resultado hay que valorarlo: muy sólido y dando cuenta de un Sauber que es fuerte y rápido. Es un coche capaz de permitir remontadas, un coche que será fuerte en calificación y que, sumando la agresividad de Kobayashi y la efectividad de Pérez bien puede ser visto como puntero dentro del pelotón. Esta temporada parece que vamos a ver a Sauber junto a Williams, Force India y Lotus y es una gran noticia para todos, aunque queda por determinar el orden entre estas escuderías del medio de la parrilla.
Impresionante gestión de variables tan esquivas como la conservación de los neumáticos, inteligencia y templanza, son calificativos que en un piloto que solo tiene una temporada en Fórmula 1 se transforman en valor positivo de confirmación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario