Hemos palpado cierta inquietud en los pilotos locales

SALTO AUTOMÓVIL CLUB

Como sabe el lector, Tuercas y Motores pretende ser un apoyo a la actividad salteña de los motores, incluyendo pilotos, equipos, mecánicos.  Esto en el entendido que esta actividad tuerca no es redituable en nuestro país, mucho menos en la ciudad, y la única manera de seguir apostando al excelente material humano que tiene Salto en las distintas disciplinas es la del entendimiento entre todas las partes, manteniendo el clima de cordialidad y camaradería que es visible en las jornadas del Autódromo, más allá de la sana competencia por ganar una carrera o un campeonato.

Es encomiable el esfuerzo que desarrollan las autoridades del SAC, restando tiempo y dinero a sus actividades particulares para volcar su pasión por los fierros a una actividad directriz que genere la otra actividad, la competitiva. La prueba, si esto fuera necesario probarlo, está en el reconocimiento que reciben fuera del departamento, la convocatoria de los campeonatos diseñados por la entidad salteña y el apoyo de la gente en cada oportunidad en que es convocada.

No obstante hemos notado un clima de nerviosismo entre los pilotos, quizá no sean todos, más que nada relacionados con el programa de fechas que hemos publicado en Diario El Pueblo para 2009. Es que allí figuran muchas más etapas que de costumbre, a disputarse fuera de nuestra ciudad. El autódromo de Mercedes aumenta la tentación de organizar allá cuando esté terminado. Sin embargo hay preocupación por los costos, poco diálogo entre pilotos y dirigentes, o entre algunos pilotos y dirigentes, lo que lleva a que, ante el peligro de recesión y con miedo a gastar en todos los rubros, mucha gente esté pensando en hacer “la plancha” este año 2009. Es una inquietud que nos han trasladado y nos gustaría aportar a la difusión de dicha opinión, siempre con la idea de quitar piedras del camino y no de ponerlas. Esperamos que haya charlas, planteos claros y actividad garantizada porque el ambiente motor en Salto no puede decaer por ningún motivo.